Se acerca el estímulo de caer en la
sombra de peces y de heridas raras. Casi como si conocieras el instante, casi
como si pudieras meterte en ese instante de árboles y nubes que se hacen vapor
en el pecho; el estado en el que se funde la materia.
Llega condensado el silencio.
La misma espera que sube desde lo hondo, se
calma en la rapidez.
el caos
del abismo
*************
En el ácido
del pasto frío, comenzó a molestar el adentro
Se encontraron las fuerzas que caminaban en mi
cabeza.
Escuchá
como hablan los árboles, saben que
te quiero y me juzgan por enredar las cosas.
Yo no inventé el amor,
apenas puedo entenderlo.
Llueven nubes que se mezclan con mis ojos y
mis plantas.
El suelo se incendia y no puedo apagarlo.
En este silencio encontré otra forma de
llorar.
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