El tiempo es agua, aguja. Se une en los extremos del principio y el fin.
Circulan los peces de arena. Me hablo frente al monte, le hablo a mi parte infinita. ¿Cómo hago con la tristeza, para tirarla al río y que ya no vuelva?
Las ramas me escuchan e intentan absorber los males. Así se calman. Así se alteran.
Viajo a la noche que se ha enredado ahí atrás. Viajo hacia allá en una capsula sin nombre.
Mis antenas son de viento
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