sábado, 6 de septiembre de 2014

Viajeras del tiempo

respiraste dentro del agua
respiraste polvo
y soñaste otra vez
y otra vez con ella
a veces te descompones en la memoria
en las mareas.
y en el fondo
hay arena flotando sin peso

un orificio para oír el viento
una ranura para mirar fijo la luz
la magia negra te alcanza
fermento en la boca
ojos de gallo azul
miedo de mosca enroscada en la almohada

se encapsulan los recuerdos
y cuando nos miramos
somos viajeras del tiempo
hemos estado aquí y allá
yendo y volviendo cientos de veces
entretejiendo el pasado
el estado de las cosas


sábado, 9 de agosto de 2014

Dulce árabe

Uno de agosto sirviendo helado de postre,
secando las lágrimas.

Soltaste un pedazo de vos allá adentro cuando nadie miraba.
Soltaste un pedazo primordial.
Ahora no sabes cómo seguir sin eso.

Ramas resecas se quiebran debajo de las zapatillas.
Nubes grises de domingo.

Agujas en la espalda.
No lastiman, no parecen curar.

Dulce árabe de postre,
sangre árabe de un día olvidado
 en el invierno. 

A los diez años tus dientes blancos se miraban 
en el espejo grande del baño de la abuela 
mientras tus hermanas dormían.
Se hornearon tantas cosas, se perdieron, se murieron debajo de la mesa ovalada.
Te escondiste ahí. Olía a madera y a licor.
Te partiste en dos y la tierra se abrió a pesar tuyo.

Los dolores de otros se hacen hondos,
se vuelcan en el viento de agosto
se hacen tierra que entra y sale de lo oscuro.



martes, 4 de marzo de 2014

laten las plantas

Subida a la terraza
se va el día
el ruido no deja de zumbar
como las estrellas no dejan de quemarse a sí mismas por siglos

El ojal de la tarde enhebra hielo triturado
se nos abren ventanas, ramas, sol
el aire se quema y se apaga
no hay lugar a donde ir porque todo se va
todo duerme en la casa
la siesta se hace larga
dura hasta caer el sol
crepúsculo licuando sombras

Siento que laten las plantas
ahogada en el baño de musgos
risas de inviernos líquidos en la mente
y yo estoy entre vos y un mundo de cosas. 

El aire que respiro se quema y se apaga

lunes, 27 de enero de 2014

las agujas II

Densas las palabras. No sé cómo hablar.
 El tiempo es agua, aguja. Se une en los extremos del principio y el fin.

Circulan los peces de arena. Me hablo  frente al monte, le hablo a mi parte infinita. ¿Cómo hago con la tristeza, para tirarla al río y que ya no vuelva?

Las ramas me escuchan e intentan absorber los males. Así se calman. Así se alteran.

Viajo a la noche  que se ha enredado ahí atrás. Viajo hacia allá en una capsula sin nombre.

 Mis antenas son de viento
 rompen las entrañas de los bosques.

sábado, 25 de enero de 2014

las agujas

te vi en los sueños bajo el agua.
estoy siempre acá, estas siempre acá.
eras manos y agua amarilla del río
las piedras de la arena gruesa lastimaban los talones.

eras un sueño en el agua de mis pies
eras el único par de ojos en ese monte
los peces picoteaban con suavidad la piel
frente a los árboles
las agujas de los árboles 

estirabas las manos para darles pan a los peces, venían,  comían, se quedaban cerca de la orilla
el sol en el sueño, imposible de tan grande
un cerro floreciendo en el vientre de agua
el miedo adentro
se va el río, se lleva partes. 
caen rayos dormidos y dan portazos en la noche de campo. 
te quiero, no te quiero. Y no me encuentro en la sustancia de los huesos.
estoy siempre acá, estas siempre acá.

toman forma sombras, toman helados y fresas de enredaderas con espinas.
se nutren de la montaña. 
no encuentro amor en la raíz.  
“paz y violencia” grita una nena en el agua.