sábado, 28 de noviembre de 2015

Bombas nucleares

te devoran los vientos
te sacan del olvido
se atraganta la saliva antes de poder salir
porque ya no queda ni una gota de agua
ni piel en las ruinas
no queda nada

arde el sabor que no encontrás
en el rompecabezas que no encaja
como una brisa de menta en el desierto

el silencio 
me dice cosas que ya sabía

me hago la que no te escucho
aunque estás adentro
me hago la que no entiendo lo que decís
aunque brotas desde el centro mismo del abismo


te adoro en el fuego
el mismo fuego que me disuelve
y hace arder cada célula

sos un sonido grave en esta misma tarde 
en la que explotan bombas
sos un tambor sonando en mi pecho
ahí  retumban las voces que me dicen que ya está
que ya fue
que es tan tarde
que ni siquiera sabés bien quien sos

el agua de la botella, la canilla, los dedos
los colores del cielo
el murmullo de la gente que canta
el viento se hace tormenta
y el cielo se hace fuego tragando humo

el aire me trae tu aroma salpicado de restos de plantas
somos parte de esta multitud que nos separa

en este final, me mordés
se acaba todo
una bomba nuclear desarma nuestros huesos
se desintegra la materia de las paredes

seremos estrellas
y aquí estarán tus hilos: los que mueven el tiempo